Dónde va el grito de la carne
hermana,
tu
sonrisa pequeña que nacía
bajo
un halo pendiente
y
el color de tu voz -aves de brisa-
polvo
de mares en huellas de ternura.
¡Hoy, coraza
del ayer!
la
tierra nuestra va huyendo del olvido,
casi arrancada fiebre de una sombra:
(tus árboles sin soles) mi féretro y el alma!
(tus árboles sin soles) mi féretro y el alma!
Dalmiro
Meneses
Montevideo, febrero/09 - Uruguay
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