que te lastiman:
aguas vivas de hiel
-tu piel de grito amargo
en el mar de tu hoguera-.
-tu piel de grito amargo
en el mar de tu hoguera-.
Me hieren -impotentes-
las aves de tus ojos que agonizan
las aves de tus ojos que agonizan
-la luz no retenida cayendo como
rayos
a los ríos empedrados de la sangre
o al pozo de tu huella bendecida-.
Me duele ver tu sed:
Me duele ver tu sed:
esa línea agridulce de labios sin mentiras
donde el alma condena tu ceniza;
-oscura selva de los frutos negados-.
-oscura selva de los frutos negados-.
Job,¡despierta!
¿No comprendes los tormentos que liberas?
¿Quién madura la fruta del dolor
y desdeña la fe que te devora?
¿Ves la sombra de quién?
-Corta la luna nueva ¿y en qué luz
de diadema se desangran tus hijos?
de diadema se desangran tus hijos?
Aurora de la
carne mancillada
-¡huyo de ti y retorno!-
¡desempolvo tu rostro de mi rostro
hasta no verme
más!
Amalgama de penas virginales
hechicero de humanidad divina:
-me ahogo en tu delirio-
me espinas con tus dedos:
¡soy vertiente en la tumba de tus ojos
y arena del espanto!