ya no importa la hora.
Cómo
pesa el
desnudo
de los labios amantes,
de los labios amantes,
son huellas hechizadas ya marchitas
-de lunas que se van.
-de lunas que se van.
Viento sin destino salpicado de arena,
-agua sin llanto- voces en la piel,
claras gaviotas -o el viento solo
con sus ojos hondos-.
con sus ojos hondos-.
Son poemas
oscuros para decir tu boca,
palabra virgen del amor perdido
-dolor oculto del azul que
muere-
como mástiles henchidos de tormenta
sobre tu frágil cuerpo de verano.
En la imagen estéril de la lluvia,
sobre tu frágil cuerpo de verano.
En la imagen estéril de la lluvia,
quema la luz desnuda de tu pelo
donde un niño cincela
regias lunas de sueño y amapola.
Náufraga del amor -y oscura de mareas-
ofreces al ángel adorable y más vacío
la caricia de las horas suicidas
y al limbo desgarrado de la aurora:
barcazas de silencio con tus labios de nave!
barcazas de silencio con tus labios de nave!
Dalmiro Meneses
Montevideo, abril/2010
Uruguay