sábado, 30 de marzo de 2013

Por el verde sol



No te mueras mi vida
¡no te mueras!
oye el río brotado, sediento
de las rocas,
-libalo en tus manos lilas
o haz un cuenco en mi pecho-.
No permitas que el cielo petrifique
la línea sostenida del ocaso
ni el cordón umbilical a las estrellas.
No te alejes así: ¡siente cuánto duelen
los árboles de mármol:
su blanco masticado de silencio
o el negro sin el vuelo del espacio!
Dices:-" Sueños de un cielo ahogado "-
y oscuras las palabras palidecen por dentro
              -¡tibios lirios sin alas!-
temiendo mi respuesta, huyendo del martirio;
¡negándome tus huesos como puertos de polvo!
                                                    
                                                          
                                                                          Dalmiro Meneses
                                                                    Montevideo- 23/11/08- Uruguay




2 comentarios:

  1. A veces la poesía o el sentimiento no se deja comprender, o se comprende y no se deja explicar, quizás todo lo real es lo que se construye con sacrificios, como el mismo Cristo, hombre o no hombre, no hay cielo si no hay tierra, no hay hombre si no hay Dios y lo opuesto, quizás nada se aleja como creemos que se distancia, lo bueno nunca puede ser injusto, sospecho que el humano no tiene ni idea lo que es el amor y si uno profundiza en el universo corre el riesgo de que lo vean a uno como un loco, por ejemplo a Lennon, pero sabía que no era el único, los hombres tendrían que estar obligados a escribir poesía para alejarse un poco de la barbarie. Un saludo después de tanto tiempo. jorge

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  2. Jorge, qué profunda es tu expresión: ..." quizás nada se aleja como creemos que se distancia". ¿Cómo sabes tú, que toco a Cristo cuando un poema me duele?¿Cómo sabes que otras vidas corren por mi sangre?.Lee mi poema a Alejandra y verás que es agua y en ella me sumerjo cuando la muerte se mimetiza!
    Querido Jorge, tú y otros Seguidores están haciendo que mi blog se convierta en un taller literario enriquecido de Poesía. Y esto es lo que más deseo para alejarnos de lo vulgar! Y Entonces... bienvenida tu voz y todas esas voces! Cuando en un poema emito un grito, Jesús escucha su propia voz. Un saludo cariñoso: Dalmiro

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