Aunque me ciegue
no podré detener el brillo
de la aurora
-su color a mujer,
sus perlas de garganta
su belleza bailando sobre
las aguas puras:
parábolas del cielo
donde la tierra engendra
ayeres sin retorno
ayeres sin retorno
(cenizas del mañana) sin cerrar
mi mano.
Dalmiro Meneses
Uruguay - Montevideo, octubre/2014
El terrible segundo desesperado y sin esperanza, fue captado por ti.
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